sábado, 20 de febrero de 2021

PURA MORISQUETA

Por: Osvaldo Ruiz Sierra


El maestro Alfredo Gutiérrez en una entrevista con el Heraldo de barranquilla expresó “la música de hoy es música de corto tiempo, a la juventud le gusta algo hoy y ya mañana no le gusta”. 


Quienes son personas adultas entre los 40 y 50 años manifiestan que cuando  escuchan una pieza musical de los años 70,  80 o incluso 90 se transportan a momentos que marcaron su vida, bien sea porque les trae recuerdos de esas reuniones sanas en las esquinas con amigos, de un momento vivido con sus padres, de un amigo que ya falleció, de travesuras escolares, del  beso a escondidas  o robado a su primera novia. Asimismo, al escudriñar algunos vídeos que reposan en archivos digitales a través de la web, se puede notar el talento artístico que brotaba en cada uno de sus exponentes. Recordemos esas bonitas canciones de los géneros de baladas, sabaneros, vallenatos, salsa e incluso el rock americano que con su estilo particular también fue protagonista, que nunca  necesitaron  de la payola para cautivar al público y que con el paso del tiempo no se han deteriorado. La música de esa época era rica en melodía, con letras llenas de poesías  propicias para enamorar, y ni decir de los ritmos alegres que se destacaban por la jocosidad y el sabor en cada uno de ellos de forma incomparable, y si te fijas,  eran  "sin tanta morisqueta".


Ahora bien, no es por desmeritar, ni decir que lo que se hace en la música actualmente  está mal, sino simplemente reflexionar acerca de ese contenido que hoy carece de frases bonitas que llegaban al alma, así como ese ritmo que a "los viejitos" les hacía mover el esqueleto. No obstante, si hay quienes componen e interpretan buenas obras musicales actualmente, pero la industria musical se ha preocupado más por la puesta en escena que por un contenido de alta calidad por parte de los artistas, siendo más notable las payasadas que el talento. De igual forma, se ha reemplazado la buena sonoridad por el ruido que algunos intérpretes llaman "viaje", obligando a los asistentes a no bailar sino saltar. ¡Mejor dicho!, lo que vemos es "pura morisqueta"


Dicho esto, es indiscutible que todo es producto de la evolución por lo que hay que aceptarlo y respetarlo, pero si a eso se le suma el descontrol que tienen los medios poderosos de comunicación preocupados más por los lucros que les pueda generar ciertos artistas (si es que se les puede llamar así) se terminará causando un daño irreparable en nuestra cultura, donde las nuevas generaciones desconocerán de los distintos géneros que conformaban originalmente nuestro hermoso catálogo musical.  Ahora bien, si se invita a las nuevas generaciones a que analicen esos verdaderos artistas que hicieron historia y se exhorta a los entes gubernamentales a que tengan sentido de pertenencia por lo nuestro, se podría coadyuvar al fortalecimiento de nuestro folclor sin tanta morisqueta.



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